La espiritualidad no es moralidad, es un modo de ser

«Hay una idea viva en sus mentes de que deberían ser mejores, otro diferente del que son ahora; de que deberían ser más altamente desarrollados, más santos, más capaces de seguir ciertas reglas, un ideal superior que tienen para ustedes mismos – pero ésta es una idea falsa.

Todo este trabajar en ustedes mismos está basado en la idea de que no son buenos como son; de que hay algo más; de que tienen el poder de cambiar; de que tienen control sobre el hecho de ser humanos.

Esta es una idea vieja, y una que experimentaron plenamente en una era muy vieja.» 

Extracto de «El tercer modo» por Jeshua

Cuando te valoras y te enjuicias valiéndote de conceptos idealizados, frecuentemente obsoletos, que otros han utilizado en el pasado estás haciendo tu mochila más pesada.

Hemos hablado con frecuencia de los patrones mentales heredados, de las consecuencias que éstos tienen en nuestra psiquis, en nuestra felicidad y en nuestra salud, tanto física como mental.

No obstante no es porque lo hayamos mencionado antes que deja de ser de actualidad. El peso que necesita ser liberado está ahí, en las calles, en las escuelas, en las familias, en nuestro interior.

Y es agotador. Pudo ser entretenido, interesante, en un momento dado, como experiencia, pero ha dejado de ser divertido. Es tedioso y aburrido. Pero sobre todo ha sabido convertirse en esquivo, en sutil, de forma que se camufla muy bien y se hace pasar por ideales de superación, de crecimiento, de elevación espiritual.

Vacía tu mochila! No intentes ser diferente, simplemente sé.

«¿Quieren su sistema inmunológico de regreso?  Suelten mucho de ese karma personal y muchos de sus aspectos, los aspectos no integrados, traumatizados. ¿Cómo hacen eso? Bueno, simplemente, devuelvan estos aspectos al amor, a ustedes, teniendo un espacio seguro en casa, su momento del Ahora, donde están ahora mismo, su momento presente. ¿Cómo haces eso? Respira y ámate a ti mismo. Amor incondicional. Como ha sido dicho muchas veces, la cosa más dura que vas a afrontar en esta vida es cómo amarte a ti mismo.»

Extracto de «El Tubo de la Realidad» por Adamus

Cuando te amas a ti mismo

Cuando amas lo que eres, no hay cosa inconquistable ni inalcanzable. Cuando realmente te amas a ti mismo, vives solamente en la luz de tu propia risa y viajas solamente por el camino de la alegría.

Cuando estás enamorado de ti mismo, entonces, esa luz, esa fuerza unificada, esa felicidad, esa alegría, ese jubiloso estado de ser, se extiende a toda la humanidad.

Cuando el amor abunda dentro de tu maravilloso ser, el mundo, con todos sus desagrados, se convierte en algo hermoso, y la vida se llena de sentido y de alegría.

No hay amor más sublime en la vida que el amor del Yo. No existe amor más grande, pues a partir del abrazo del Yo existe la libertad. Y es en esa libertad donde nace la alegría. Y gracias a ese nacimiento, Dios es visto, conocido y abrazado.

El amor más profundo, más grande y más significativo es el amor del Yo puro e inocente, la magnífica criatura que se sienta entre las paredes de la carne y que se mueve y contempla, crea, permite y es.

Y cuando tú ames lo que eres, sin importar cómo seas, entonces conocerás esta magnífica esencia que yo amo, que se halla detrás de todos los rostros y dentro de todas las cosas. Entonces amarás como Dios ama. Así es fácil amar y perdonar. Así es fácil ver a Dios en toda la vida.

Contraportada «El libro blanco» Ramtha.

 

Hipocresía espiritual

Oh, ser humano que vives una vida humana en un cuerpo humano, que feliz y perturbador es sentir esa llamada, ese golpe de nudillos en la puerta de tu mente, que voy a llamar el despertar espiritual.

Ante ti opciones, caminos, actitudes, decisiones, que van a dibujar tu experiencia humana.

Y sí, ante ti, muchos dogmas espirituales y muchas ideas sobre lo que es Dios, sobre lo que debe ser o no debe ser tu vida espiritual. Algunas de esas opciones, ideas, van a invitarte a dejar de lado tu humanidad, tus deseos, tu ser terrenal, para concentrar tus esfuerzos, tu tiempo, tu energía en ‘lo más alto’, en ‘lo más elevado’.

Pero ¿Qué sentido tiene pensar que hay un Dios y que hay ‘otra vida’ pero que debes pasar por alto la vida para servir a Dios?

¿Qué tipo de hipocresía es renunciar a la vida para ser espiritual?

Algunos quieren que renuncies a tus sueños, que renuncies a tus emociones, que renuncies a tu pasión por la vida para encontrar ‘el camino’ que te acerque a Dios.

Si decides vivir tu espiritualidad a través de las drogas o las plantas de poder, envenenarás tu cuerpo físico e iniciarás un camino lento pero seguro hacia tu muerte.

Si tu espiritualidad se basa en los ritos, los cánticos, la oración y la meditación, dibujarás amplios círculos de autocomplaciencia alrededor de una idea, de un concepto, de una tradición o de una «sensación de espiritualidad». En el mejor de los casos trascenderás tu humanidad y entonces abandonarás tu cuerpo, te iluminarás y abandonarás este plano terrenal.

¡Ya he leído bastante! SALIR DE AQUI

O puedes iniciar un camino que te conduzca realmente hacia tu divinidad, pero para ello deberás aprender a amarte a ti mism@.

Solo si eres capaz de amarte a ti mism@ podrás amar a la vida.

Amarse a sí mism@ no es egoísta, pero aunque lo fuera, si no es así no podrás amar a otr@.

Es una hipocresía flagrante carecer de amor propio y profesarlo por otro. Es una hipocresía vivir por y para otros y no por y para ti mism@, porque si no te amas a ti mism@, tu amor por los otros es frágil.

Cuando te amas a ti mism@ con la fuerza suficiente para despertar de tu sueño, de tu cautiverio, o de tu drama de ser víctima, ser criticad@, ridiculizad@ y perseguid@, entonces empiezas a comprender que Dios está en ti.

El camino espiritual es un camino hacia tu interior.

Despierta, ser maravilloso y lleno de luz ¡Vuelve a la vida!

¿Qué limita mi camino espiritual?

 

Texto original Ramtha

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