Hoy puedes quejarte y caer de rodillas.
Hoy puedes sentir que la amargura presiona tu existencia.
Hoy puedes rebelarte, abandonarte y sentirte morir.
Hoy puedes gritar y desafiarte.
Hoy puedes sentirte débil si así lo sientes.
Hoy puedes no querer volar porque no logras ver la meta.
Hoy puedes permitirte llorar porque ya nada importa.
Porque hoy ya no importa nada.
Porque el hoy será pronto el ayer y tendrás de nuevo una oportunidad para volver a sentirte como desees.
Quizás desees mañana sentirte libre de tu prisión emocional, libre para soñar con una vida más dulce y completa, podrías sentirte libre para vivir sin excusas y sin miedos. Quizás … mañana.
Hoy ya nada importa porque mañana tendrás una nueva oportunidad para abandonar tu soledad y recobrar la esperanza para abrir de nuevo tu corazón y sobrevivir a ese día oscuro del alma. Porque sabes que eres la única persona que puede creer en si mismo. Porque aún no has llegado al final, porque paso tras paso sabes que vas a llegar aunque hoy la negrura te ciegue el alma.
Solo por hoy no reprimas a tu Ser, navega por tus propias tormentas sabiendo que pronto se calmarán. Esta experiencia profunda y vital es necesaria para tu gran transformación aunque sientas que se te desgarra el alma. Sobrevivirás … lo sé.
Solo por hoy abandónate y confía.