Desde que abrimos los ojos en este mundo deseamos fervientemente encontrar esa parte de nosotros que sentimos nos falta.
Nace con nosotros un anhelo de desvelar una verdad insondable que se halla en nuestro interior.
Y es entonces cuando empezamos a vivir, sabiendo que hay un propósito, un deseo de completarnos, un llamado muchas veces inconsciente.
Llegamos a la vida sin poder recordar nuestro origen primigenio, y debemos encontrar esa «pieza que falta» con nuestra intuición (alma) e ir desvelando las pistas paso a paso (vida a vida).
Como somos ‘incapaces’ de ver nuestro interior, ya que no recordamos quienes somos, intentaremos encontrarla fuera de nosotros. Iniciando así la búsqueda de esa parte faltante a la que amorosamente hemos llamado «media naranja».
En la conciencia de masas existe la creencia de que la media naranja debe ser nuestra pareja, que nos va amar incondicionalmente, que, si fuera el caso, daría la vida por nosotros, que nos acompañará el resto de nuestra vida y la que nos hará felices y únicos.
Conforme vayamos acumulando experiencias nos daremos cuenta de que algo no cuadra. Para algunas personas ‘la media naranja’ funciona muy bien pero para un tanto por ciento muy elevado eso no va a ser así. Algunas personas tendrán muchas parejas en ese intento por encontrar la parte de si mismo que les falta y seguirán buscando por el resto de sus vidas.
Eso es agotador porque es como buscar una aguja en un pajar. Mucha gente acabará por deprimirse y derrumbarse porque creerán que hay algo mal en ellos porque no son capaces de conseguir ‘esa pareja’.
Otros en vez de caer en la depresión empezarán a replantearse lo de la pareja y buscarán un animal de compañía o tendrán hijos o se dedicarán al cuidado de otras personas para poder ‘completarse’.
Todo esas opciones son correctas aunque de base no lo sean.
Debes saber que tú ‘reflejas’ desde tu interior; tu Ser se va a manifestar en tu realidad externa. Todo lo que tú eres y lo que tú necesitas se va a reflejar en tu realidad.
Si la ‘pieza que te falta’ es compasión la vas a ver reflejada en la necesidad de los humanos que lo necesiten, ya sean niños o ancianos y por qué no, también animales. Tú eres compasión.
Si lo que necesitas es amor, vas a experimentar el amor en los hijos, la pareja o la humanidad, vas a experimentar el amor más grande que hayas podido imaginar porque ese amor nace de ti. Tú eres amor.
Si tú necesitas perdón vas a experimentar la liberación de la carga de culpa o de rencor. Tú eres perdón.
Y así será hasta que llegues a tu interior, hasta que ilumines tu alma y recuerdes que tú lo eres todo, que no estás incompleto y que no te falta nada para ser quien eres.
Somos regalos en vida y no deberíamos de torturarnos porque alguien no nos quiera o por no conseguir lo que deseamos ya que lo que hay manifestado en estos momentos en nuestra realidad es exactamente lo que necesitamos para tener más luz en nuestro camino y conseguir nuestra meta.
No seamos presa de los clichés y títulos. somos mucho más que eso, así que si deseas ser libre y auténtico no necesitas un camino trazado, puedes seguir el tuyo propio y verás que donde te lleva es mucho mejor de lo que creías.
Puedes empezar a creer en ti mism@ y darte la oportunidad de descubrirte, de saber que estas aquí porque lo deseas, para disfrutar de las experiencias, reír, amar, y por qué no, sufrir también. Todo forma parte del juego.
Que tus pasos te lleven a tu destino, que tus ojos disfruten de las vistas y que tus manos rodeen el universo interior que se haya en tu corazón.