La mayoría de nuestros corazones están llenos de palabras que en un instante se grabaron y que con el paso del tiempo no permitimos dejar salir, ya fuera por miedo a perder parte de nuestra identidad, o bien porque creímos que perderíamos a quien amábamos, o bien porque nos daríamos cuenta que no queríamos sentirnos solos.
Y esas palabras perduraron en el tiempo y dentro de nosotros creando nuestra realidad y como buenos alumnos que somos de nosotros mismos las creímos «a pies juntillas».
Ni siquiera las evaluamos, ni consideramos que eso no fuera verdad. Es cierto que en aquel momento nos peleamos y nos resistíamos a aceptarlo … pero lo hicimos.
Palabras como: inútil, viej@, gord@, patétic@, a ti nadie te va a querer como yo, siempre estarás sol@, no te quiero, asqueros@, fe@, poca cosa, imbécil, hipócrita, infiel, eres mi@, solo yo te comprendo, adiós o vete … y un largo etc.
Hicimos nuestro muro de identidad a base de estas creencias y después empezamos a sentir dentro de nosotros que era una realidad porque todo el Universo parecía estar confabulado para demostrarnos nuestra teoría … y quedó bien demostrada.
Me pregunto si no estás hart@ de que los demás sean quienes te definan, quienes digan cómo has de ser o cómo te has de comportar, o como has de hacer tu vida según los sueños de ellos o como has de vestir o cómo has de hablar, o cuántos hijos has de tener o cuantos maridos, o qué coche has de conducir, o a dónde has de viajar, o qué religión tener, o a qué partido político has de pertenecer, o qué libros leer … dime … ¿No estás hart@?
Puedes empezar en este mismo instante. Párate un momento y haz una respiración consciente.
Siente en tu interior tu verdad, la única. No es parecido a nada que hayas visto antes o que hayas sentido porque eres únic@ y nadie más que tú puede sentirse como tú. Entonces empezarás a “sentir” tu verdad, a recordar quién eres en realidad, y te recuerdo que eres un ángel en la tierra y que puedes ser todo lo que tú quieras.
Es cierto que para algunas personas creen que los límites que se han autoimpuesto son muy difíciles de soltar y que no pueden hacer nada para cambiar su vida si no desaparece «su vida entera», ya sea la familia, los hijos, los amigos, el trabajo, …. Creo que eso es desmesurado pues ellos no necesitan desaparecer para que tu realidad cambie, pero sí ha de haber un cambio de chip dentro de tu mente, hasta ahora la verdadera “Reina” del drama y de las repeticiones y costumbres.
Cuando tu mente deje de ser el centro (dígase cuando no mande, ordene, te de paseos mentales para distraerte de ti mismo, te meta miedo, te bloquee, te haga dudar…) … tu alma tomará el control y tu vida empezará a cambiar. No se trata de vencer o erradicar a la mente, solo debe empezar a funcionar de otra manera.
Recordarás por qué estás aquí, para vivir una vida plena sin miedos ni dramas, aceptando las experiencias que deseas vivir y cocreando tu realidad, llegando a tu máxima expresión.
No hay nada que no tenga solución, ni siquiera la muerte porque ésta es tan solo un paso entre dimensiones. No tengas miedo a nada. Recuerda quién eres. Yo lo sé y cuando te miro veo en tus ojos un alma fuerte que ha vivido un millón de historias y que sigue aquí mismo, leyendo estás palabras. Eres un ser maravilloso y puedes cambiar tu vida si así lo deseas. Solo tienes que creer en ti y dejar que tu alma te muestre cómo hacerlo.
Te lo pasarás genial y empezarás realmente a vivir con pasión que es el atributo de tu alma.
Así que recuerda,
▸ Cree en ti mismo,
▸ Confía en tu divinidad,
▸ Eres un Ser único,
▸ Haz realidad lo que tu corazón desea,
▸ Sé consciente de que eres el creador de tu realidad.
Veo que muchos de esos milagros por fin se van a realizar, porque sé que puedes.
Yo creo en ti, porque yo conozco al ser que hay en ti …
Un abrazo de Luz,
Núria